Es evidente la importancia del intercambio de datos de salud como medida para manejar el virus COVID-19 y mitigarlo, esto especialmente en las ciudades donde hay una preocupación por el mantenimiento de la economía lo que contrasta con las medidas que invitan al aislamiento. En este sentido, las ciudades que transitan hacia la generación de datos y la transformación de los procesos tendrán ventajas sobre otras.
Todos hemos consultado la plataforma de “Iniciativa Global” (GISAID) para compartir datos sobre el avance de la pandemia. A través de científicos, empresas y gobiernos, podían actuar de manera mucho más rápida. Este flujo de información debe canalizarse y estandarizarse en ciudades inteligentes para generar estrategias de colaboración podrían permitir la maximización de la seguridad pública.
Las ciudades inteligentes reciben información de varias fuentes tecnológicas que pueden ayudar en la detección temprana de brotes; ya sea a través de:
Cámaras térmicas, el hecho de que se realicen controles iniciales de temperatura para el caso del COVID-19 en los aeropuertos y en áreas de convergencia masiva es un testimonio de su potencial de manera automatizada.
Si bien las cámaras térmicas no son suficientes por sí solas para la detección de pandemias, como en el caso del COVID-19, la integración de dichos productos con inteligencia artificial (IA) puede proporcionar beneficios adicionales.
Sensores de Internet de las cosas (IoT)
Es evidente que esta situación obliga al mundo a avanzar en el concepto de ciudad inteligente, la adopción del concepto y sus herramientas tecnológicas deben adaptarse para garantizar que se atiendan adecuadamente las dimensiones de habitabilidad, incluida la temática de la salud urbana.
De acá la importancia de la estandarización entre los proveedores de tecnología de ciudades inteligentes para que se pueda generar una real comunicación entre las ciudades y las plataformas de datos. La detección temprana del virus y el manejo de los datos pueden volverse cada vez más la columna vertebral tecnológica de las ciudades inteligentes.
Otro punto importante es la necesidad de democratizar el ámbito tecnológico para fomentar la equidad y la transparencia entre las partes interesadas, proporcionando así la mayor cooperación posible en caso de desastres.
Entre las publicaciones que mencionan para respaldar su propuesta, se encuentra “An overview of geoai applications in health and healthcare”, de Kamel Boulos, quien sugiere que los datos de diversos productos tecnológicos pueden ayudar a enriquecer las bases de datos de salud, proporcionar información más precisa, eficiente, completa y en tiempo real sobre los brotes y su dispersión, ayudando así a proporcionar mejores decisiones en la gestión de riesgos del tejido urbano.
Asimismo, Weber y Podnar Žarko, en “A regulatory view on smart city services”, explican que estas mejoras en el sector de la salud, solo se pueden lograr si se diseñan diferentes productos de ciudades inteligentes que admitan protocolos estandarizados y permitan una comunicación fluida entre ellas. Por tanto, los dispositivos IoT en uso deben admitir protocolos abiertos y, al mismo tiempo, el proveedor del dispositivo debe asegurarse de que respeten la integridad y la seguridad de los datos durante la comunicación y la transmisión.
Desafortunadamente, como explican los también citados Vermesan y Friess en “Internet of Things—From Research and Innovation to Market Deployment”, la mayoría de los productos de ciudades inteligentes utilizan soluciones patentadas que solo entienden los proveedores de servicios. Y esta situación, muchas veces, crea una fragmentación innecesaria de la información, lo que genera una visión parcial de la dinámica del ámbito urbano.
Con un conocimiento restringido sobre las tendencias emergentes, concluyen Allam y Jones, los administradores urbanos no pueden tomar decisiones eficaces para contener brotes y actuar adecuadamente sin comprometer la integridad social y económica de su ciudad.
Fuentes de información:
- ehealthreporter: https://ehealthreporter.com/es/noticia/coronavirus-ciudades-inteligentes-y-estandares-universales-de-intercambio-de-datos-para-mejorar-la-gestion-de-la-salud-urbana/
Lina Contreras
Jefe de Mercadeo y Comunicaciones
Apasionada por la bici-revolución y la comunicación para el cambio de conciencia social y ambiental.