NUEVAS TENDENCIAS EN MOVILIDAD

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“Hemos experimentado el equivalente a dos años de transformación digital en solo 2 meses”. Satya Nadella, CEO de Microsoft.

La frase refleja claramente lo que está ocurriendo. Por un lado, no puede ignorarse el cambio que se ha producido en el comportamiento social. El distanciamiento físico y el miedo al contagio implican la reducción del aforo de los medios de transporte, la digitalización de los pagos y una exigencia importante en cuanto a la higiene y la desinfección de los vehículos.

El mundo de la movilidad está cambiando drásticamente, tener la tecnología necesaria no es suficiente, el impacto estará marcado por las siguientes tendencias:

Mujer con abrigo y mascarilla usando un teléfono inteligente en una parada de autobús, con gente borrosa en el fondo.

1. Movilidad activa: Caminar, la bici y el monopatín, los preferidos

Son las tres opciones con mayor crecimiento dentro de la ciudad. Principalmente, por el miedo generado sobre el transporte público desde que apareció la pandemia COVID-19 sobre todo dentro de aquellos que deben desplazarse a su trabajo. La posibilidad que esta modalidad se fortalezca y establezca como una de las principales con el tiempo, dependerá de la capacidad de las ciudades para ofrecer seguridad e infraestructura adecuada que prioricen un medio de transporte que además de ser el más saludable es 100% amigable con el medio ambiente.

2. Movilidad eléctrica, conectada y compartida.

Los usuarios consideran los sistemas de transporte eléctricos disponibles a través de aplicaciones móviles. El auge de bicicletas o monopatines, así como vehículos compartidos (VTC), irán ganando terreno al vehículo privado, sobre todo en las ciudades.

El uso de la bici compartida en particular, igual que el monopatín, detuvo su crecimiento por ser un posible vector de contagio. Sin embargo, una vez ceda la pandemia se cree que se acelerará pero deberán mejorar circunstancias como: El vandalismo, la necesidad de acompañarlo de la retirada del vehículo de la vía pública, desinfectarlos y limpiarlos a fondo para evitar el despliegue de enfermedades.

3. Transporte consciente de su impacto medioambiental. 

El transporte representa el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero Todos los actores del sector deberán hacer esfuerzos para reducir estos porcentajes y ser más respetuosos con el medio ambiente. Hoy día se generan políticas públicas a favor de la compra de vehículos eléctricos, sin embargo en muchos lugares del mundo no existe la capacidad económica para su adquisición ni mantenimiento. Esta es una solución que está lejos de ser adaptada por la mayoría de la población mundial y aun si se pudiera la infraestructura sigue siendo ineficiente.

Seguimos en la búsqueda de modelos tecnológicos y operacionales, inclusive que impliquen un cambio en la estructura social (siendo esto lo más probable) que fomenten una movilidad que genere el menor impacto ambiental y provean una buena calidad de vida.

4. Gobiernos, instituciones y empresas en la transición hacia una movilidad más sostenible.

La transformación a nuevos modelos no será fácil, por lo que se hace indispensable que empresas públicas, privadas e instituciones caminen de la mano para ayudarse unas a otras en este proceso.  No hay una completa claridad que las respuestas a todas nuestras problemáticas ambiéntales ya hayan llegado, un ejemplo de ello es el despliegue de las redes 5G que se cree potenciará mucho más la interoperabilidad y el desarrollo de las ciudades inteligentes. Sin embargo, no está claro lo que implica un desarrollo así para la sociedad y el medio ambiente, existen dudas sobre su implementación, aunque esto no parece tener marcha atrás. Desde ya deberán aquellos involucrados en su masificación mostrar el impacto ambiental y en la salud que su desarrollo podría implicar.

5. El uso de Inteligencia Artificial y Machine Learning ayudará a las flotas a gestionar mejor los vehículos.

Los sistemas IoT (internet de las cosas), permitirán generar una cantidad de datos que ayudarán a gestionar mejor los vehículos y hacer un uso más eficiente y respetuoso. Este punto debería ser una solución inclusiva y al alcance de todos para que se pueda considerar como una tendencia que generará un impacto social significativo y no un producto de consumo disponible para un porcentaje menor de la población.

Aparecerán instalaciones e infraestructuras inteligentes que informen a los coches autónomos de lo que éstos no perciban. Por ejemplo, comunicarán la disponibilidad de plazas de aparcamiento libres o regularán las luces de los semáforos cuando se aproximen peatones. “los autónomos sólo serán un medio de transporte más pero no el único, porque permitirá reducir la polución, pero incrementará la congestión”. Los coches serán autónomos, eléctricos y compartidos y estarán conectados. La automatización ha sido en el pasado la base del futuro de la movilidad, pero no se conoce del todo sus limitaciones en la práctica.

6. Vehículo individual frente al colectivo.

El confinamiento supuso una caída drástica en el uso del automóvil pero ¿Qué ha pasado una vez que se ha levantado el estado de alarma? Pues que muchos de los que antes utilizaban el transporte público en sus desplazamientos, han vuelto a sacar sus vehículos a las calles con la intención de minimizar el riesgo de contagio. Si atendemos a otros países gravemente azotados por la crisis sanitaria, cabe anunciar un aumento en el uso del coche particular y la adquisición de nuevos vehículos para desplazarse. En China, por ejemplo, antes del brote del nuevo coronavirus solo uno de cada tres usuarios prefería usar su coche particular antes que el transporte público de forma habitual. En el escenario pos-pandemia, este porcentaje se ha incrementado hasta el 66%, según el informe de Ipsos Impact of coronavirus to new car purchase in China.

7. Control del aforo a tiempo real en el transporte público.

Aunque su uso haya disminuido, el transporte público sigue siendo para muchos la única opción viable y económica de trasladarse a su trabajo. En este ámbito, se impone cualquier solución que reduzca al mínimo el riesgo de contagios y la adaptación de la flota a la nueva situación.

El transporte público debe utilizar un sistema eficaz si quiere inspirar confianza al usuario. Hay países que ponen sus ojos en el potencial de la infraestructura ferroviaria inteligente, que puede incrementar hasta en un 30 por 100 su capacidad”. Un ejemplo de ello es la línea 5 del Metro de París, que puede trasladar hasta a 750.000 pasajeros gracias a su frecuencia de paso cada 85 segundos.

La digitalización permite el mantenimiento preventivo, lo que se traduce en una importante reducción de los retrasos y un medio de transporte confiable que siempre llega a tiempo. Por ello la CEO de Siemens Mobility considera que “un transporte público seguro y confiable es posible. El siguiente paso es reinventar la experiencia del cliente para que pueda disfrutar de ella”.

8. Multimodalidad y pagos digitales.

La multimodalidad será clave para dar una alternativa sostenible al vehículo particular. Para poder dar una solución en los picos de demanda es necesario integrar transporte público con Bicis eléctricas, Taxi o moto compartida o coche compartido”.

Se trata del concepto MaaS (movilidad como servicio, del inglés Mobility as a Service), que en el sector del transporte hace referencia a la oferta de un sinfín de recursos para desplazarse por una ciudad sin necesidad de contar con vehículo propio.

El mayor desarrollo se enfocará en darle al usuario libertad con una multitud de opciones entre scooters, bicicletas eléctricas, bus, metro, cable, etc.

Un transporte más completo y unificado es clave para el futuro de la movilidad. Un ejemplo de ello es Dinamarca, que ha aunado en una aplicación todos los medios de transporte del país, de manera que los usuarios pueden localizar cómo moverse de un punto a otro seleccionando el medio más barato, más seguro o el más sostenible.

9. Teletrabajo.

Por otro lado, como señalan los datos, los desplazamientos al lugar de trabajo habitual se han reducido. En gran parte, porque la mayoría de establecimientos han permanecido cerrados, pero también debido al auge del teletrabajo. En Colombia en el primer semestre del 2020 el 98% de las empresas operaron de forma remota, según un estudio de Acrip. Según MinTic, el aumento fue de casi el 400%en relación con los dos años anteriores, 8 de cada 10 empleados consultados prefieren seguir teletrabajando. Las empresas también han visto los beneficios y por ello el 76,2% aseguraron que piensan mantener esta modalidad. 

Como consecuencia, los trayectos relacionados con el trabajo, que suponen el 60% de la demanda total de transporte urbano, bajarán. Además, también debe tenerse en cuenta la reducción de trayectos relacionados con el turismo, el entretenimiento, el ocio y las compras.

En definitiva, nuestra previsión es que veremos un claro impacto inicial en el transporte público y una mayor preferencia por el vehículo individual frente al colectivo. Un aumento importante en el uso del vehículo privado que se verá gradualmente reemplazado por los servicios compartidos a medida que se recupera la normalidad. La multimodalidad y el uso masivo de la bici serán la nueva normalidad en el transporte urbano.

Fuentes:

https://www.transporteprofesional.es/noticias-actualidad-transporte-logistica/transporte-de-mercancias/cuatro-tendencias-que-marcaran-la-movilidad-en-2020

https://www.ipsos.com/en/impact-coronavirus-new-car-purchase-china

https://blog.acsendo.com/cifras-teletrabajo-en-colombia/#:~:text=Seg%C3%BAn%20un%20balance%20que%20present%C3%B3,un%20bajo%2031%25%20de%20hombre.

Una mujer sonriente con cabello rizado, vestida con una camisa azul, sobre un fondo blanco.

Lina Contreras

Jefe de Mercadeo y Comunicaciones de SITT Y CIA

Por una movilidad activa y consciente

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