La movilidad comienza a ser incorporada como parte de las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de las empresas. Los actores dentro de la movilidad van desde entidades gubernamentales diversas hasta la propia ciudadanía.
El éxito de una movilidad eficiente puede estar garantizado en un área donde el ciudadano y sus decisiones hacen que las estrategias diseñadas sean realmente efectivas, razón por la cual la comunicación entre quienes planifican y quienes se mueven tiene que ser fluida y constante. En este punto no se trata sólo de tener las posibilidades de movilizarse, se trata también de que los esfuerzos realizados puedan mantenerse financieramente y convertirse en soluciones sostenibles en el tiempo por su impacto social.
Por ejemplo, la reducción del uso del vehículo no sólo depende de incentivar que se comparta, sino de brindar alternativas e incentivarlas paralelamente. Charlas y jornadas para el debate de movilidad en las empresas son necesarias, ya que dichos cambios dependerán de que la gente decida cambiar por sí misma.
Los empleados podrían dejar el vehículo y preferir el uso del metro, bicicleta u otros medios que no generen emisiones, si se dieran cuenta de los impactos de moverse en cada uno de dichos medios, sea en tiempo, dinero o calidad de vida.
Por otra parte, la promoción de reuniones a través de teleconferencias y trabajar desde la casa (si el cargo lo permite), son políticas que la empresa puede adoptar para impactar positivamente por sí mismas sobre la movilidad general. De un lado de la balanza está la empresa y sus políticas, del otro lado están los empleados decidiendo por sí mismos, la suma de ambos es lo que generará una movilidad más sostenible.
Es bien sabido que una movilidad adecuada supone altos beneficios para las personas, sea porque pueden disponer de más tiempo para el resto de sus responsabilidades o deseos, porque disminuyen el estrés o porque hacen desaparecer cada vez más las barreras de la distancia. El hecho que las empresas hagan su respectivo aporte por la movilidad general puede favorecer sus propios climas internos, menos estrés y mayores posibilidades para sus empleados de organizar su tiempo es calidad de vida, disminución de ansiedades y mejores resultados en consecuencia.
En síntesis, la movilidad vista desde la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un tema complejo, ya que necesita de decisiones responsables por parte de sus empleados más allá de lo interesada que puedan estar las empresas. Las necesidades de los empleados son distintas, por tal motivo se debe crear una política efectiva y responsable por parte de las empresas, tener políticas internas, interesarse por el tema, crear el interés individual de sus empleados mediante jornadas específicas y generar soluciones acordes a los problemas de movilidad que se presentan para cada empresa y/o ciudad donde se labore. El impacto sobre la calidad de vida de los empleados, teniendo en cuenta la movilidad, puede ser grande. No sólo se trata de medios de transporte, también se trata de toda una estructura interna, desde políticas hasta comportamientos particulares, y así exista una oportunidad de mejora para todos, sea en productividad o en calidad de vida.
Fuentes
- https://www.compromisorse.com/rse/2020/07/27/la-movilidad-sostenible-se-ha-convertido-en-un-area-estrategica-para-la-politica-y-grandes-empresas/
- https://www.researchgate.net/publication/276237609_La_Responsabilidad_Social_Empresarial_rse_y_su_implicacion_en_la_inclusion_y_movilidad_del_capital_humano
- https://es.scribd.com/document/353216970/Responsabilidad-Social-Corporativa-y-Movilidad-Sostenible